Viajamos ahora hasta 1920 para detenernos en un elemento de Madrid que curiosamente ha sido de gran actualidad un siglo después. Nos referimos al templete de la estación de Metro de Gran Vía, obra de Antonio Palacios, que estuvo en este concurrido lugar hasta 1970.
En su interior había un ascensor que facilitaba el trayecto a las entrañas de Madrid por un precio de cinco céntimos de peseta —lo que significaba un tercio del precio del billete de la época—. Este comenzó a prestar servicio el 18 de noviembre de 1920 y, como decimos, se despidió de Madrid en 1970. Fue entonces cuando se desmontó y se trasladó a la localidad pontevedresa de O Porriño, localidad natal de su autor, y donde todavía puede verse.
En las obras de actualización de la estación de Metro de Gran Vía que concluyeron a mediados de julio de 2021 se decidió recuperar este bonito elemento, levantando una réplica de este añorado templete que, sin duda, le daba a este lugar un aspecto mucho más elegante.
El detalle: En el esquinazo que hace la calle Montera con Gran Vía se ubicaba en tiempos de la imagen la lujosísima joyería Aleixandre. Fue este establecimiento uno de los más exclusivos y elegantes de Madrid. Desde 1981 en este bajo se ubica una famosa cadena de hamburgueserías, a la cual, por cierto, le obligaron a mantener el diseño y forma original del local.