El pintor madrileño Joaquín Muñoz Morillejo retrató con su pincel la madrileña iglesia de San Sebastián desde la Plaza del Ángel el año 1916.
Y lo hizo además en dos ocasiones: en verano y en invierno, captando todas las diferencias que la luz de cada estación imprimía en el edificio, hasta casi hacerle parecer lugares diferentes.
Se trata además de una obra que nos permite observar el estado del edificio antes de que en la Guerra Civil sufriera enormes daños que obligaron a someter al inmueble a una restauración radical.
Joaquín Muñoz Morillejo (1861–1935) fue un pintor de paisaje y de escenografía teatral español. Compaginó su actividad de pintor y estudioso con su trabajo de funcionario del cuerpo de Telégrafos. De su trabajo pictórico pueden destacarse sus vistas de rincones del Madrid Antiguo, como los que se conservan en el Museo de Historia de Madrid.
Más recordado como tratadista y escenógrafo que como pintor, es autor de un Tratado de perspectiva con aplicación en las Bellas Artes y Artes Industriales y del manual de Escenografía Española, publicado en 1923 por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y considerado un clásico de referencia obligada en el estudio de la Historia del Teatro Español de último tercio del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX.