Según el propio Manuel Rosón, la guerra produjo cerca de un millar de periódicos, lo que da idea de la "magnitud del trabajo realizado para hacerse con esa cantidad ingente de publicaciones", en palabras de Inmaculada Zaragoza, actual directora de la institución. Alguno estaba editado lujosamente y profusamente ilustrado a todo color, pero otros son de gran precariedad material y alguno se presenta mecanografiado o editado en ciclostil, en un papel de mala calidad, especialmente delicado en lo tocante a su conservación.
Además de las órdenes del General Miaja para remitir dos ejemplares de las publicaciones editadas a la Hemeroteca, se hicieron insistentes peticiones en prensa y radio, para solicitar la entrega de estos documentos. Muchos de ellos, además, estaban editados en el frente, de donde eran recogidos. La colección resultante se reunió en un minucioso catálogo en el que se incluyeron 537 títulos editados no sólo en España, sino también en diversas partes del mundo.
Concluida la Guerra, Manuel Rosón fue juzgado y depurado en 1940 y, finalmente, suspendido de empleo y sueldo hasta 1952. Podía haber sido peor, si se considera la propuesta del Juzgado militar de destituirle y hacerle perder sus derechos como funcionario. Rosón retomó su carrera de periodista en los diarios deportivos Gol, Marca, Marca Semanario,
Boletín del Real Madrid, etc. colaborando también en La Hoja del Lunes
y Pueblo, siempre bajo seudónimo. En 1980 Enrique Tierno Galván, alcalde de la ciudad, le entregó la Medalla del Ayuntamiento de Madrid y en 1983 estuvo presente en el acto de inauguración de la nueva sede de la Hemeroteca Municipal en el Cuartel de Conde Duque, dos años antes de su fallecimiento.