El Museo de Historia de Madrid acoge esta exposición que repasa los 500 años acontecidos desde la firma de la escritura de cesión de la ermita de Nuestra Señora de Atocha a los frailes de la Orden de Santo Domingo por la abadía de Santa Leocadia de Toledo, el 10 de julio de 1523.
De pequeño tamaño, la muestra tiene dos partes: en la planta baja (Salas del siglo XVII) se explica la historia del edificio conventual y su evolución; y, en la segunda planta (Salas del siglo XIX), se nos ilustra sobre la relación de la monarquía con la Virgen de Atocha, relación que continúa hasta hoy en día.
Organizada por el Museo de Historia en colaboración con Patrimonio Nacional y los Padres Dominicos de Nuestra Señora de Atocha, y comisariada por Raúl Gómez Escribano, en la exposición se pueden admirar objetos que nunca han sido expuestos y de gran importancia artística e histórica.
Realizada por la Biblioteca Digital memoriademadrid con medios propios, la visita virtual, organizada en sucesivas vistas en 360 grados, intenta reproducir el montaje físico de la exposición celebrada entre el 11 de octubre de 2023 y el 11 de febrero de 2024, para que quede constancia gráfica de su diseño y disposición de las obras.
Catálogo de la exposición con textos de Raúl Gómez Escribano, comisario de la muestra, en el que se detallan las obras expuestas y se ahonda en la evolución del santuario dominico y su entorno de la mano del patronazgo real, a la vez que se relaciona con la ciudad y con algunos de sus personajes más conocidos.
En el momento fundacional del convento la ermita y antiguo hospital de peregrinos de Atocha estaba considerablemente lejos del casco urbano, que hacia el este terminaba en el entorno de la actual Puerta del Sol y la Plaza de Jacinto Benavente. El emplazamiento disfrutaba de las bondades de un entorno fértil surcado por pequeños arroyos y prados como el de Atocha, ya denominado así en el fuero de Madrid de 1202.
La trama urbana de la ciudad es resultado de los avatares históricos, los caminos de acceso con el paso de los años se consolidan en vias edificadas. La calle de Atocha es una de las principales arterias del centro de la población, cruzándola de este a oeste, y heredera de los trayectos de la corte entre el Alcázar y la capilla de Atocha. A lo largo de los siglos se fue poblando de instituciones benéficas como hospitales y colegios a la vez que adquiría mayor amplitud acorde a las representatividad de las mismas.
En 1903 se ordenó el derribo del viejo templo de la Basílica de Atocha, cuyos orígenes se remontan a 1523. En los jardines del actual templo se encentran los restos de los dos escudos que adornaban su fachada. Uno con la figura del Oso (o la osa) y el Madroño y el otro con una representación de la cruz de los Dominicos. Ambos pueden contemplarse en 3D a partir de estos modelos fotogramétricos realizados por la Biblioteca Digital memoriademadrid.
El Oso y el madroño en la Basílica de Atocha
Cruz dominica en la Basílica de Atocha
Los distintos testimonios gráficos conservados de la antigua Basílica de Atocha, y que se pueden contemplar en esta exposición, nos permiten reconstruir su aspecto mediados del siglo XIX, después de las distintas obras de reforma que reconfiguraron su aspecto, fundamentalmente en su interior, tras los destrozos provocados durante la Guerra de la Independencia. También reflejamos el aspecto que tuvo el convento de Atocha cuando, después de la Desamortización de Mendizabal, se transformó en Cuartel de Inválidos y residencia de militares dados de baja por las heridas recibidas durante su servicio.