Las obras de construcción de la catedral de la Almudena se prolongaron durante más de un siglo. Si la primera piedra del templo la colocó el rey Alfonso XII un 4 de abril de 1883, la construcción no sería consagrada e inaugurada hasta 1993 por el papa Juan Pablo II, concretamente el 15 de junio.
Entre medias, no pocos inconvenientes, como la constante falta de fondos, el fallecimiento del arquitecto Francisco de Cubas o incluso una Guerra Civil. En total, algo más de ciento diez años de trabajos, como los que se aprecian en esta fotografía obtenida en verano de 1915. En ella distinguimos a varios operarios, botijo incluido, trabajando en el labrado de la piedra mientras, al fondo, ya se va alzando el cuerpo del nuevo y anhelado templo.